La apropiación de la tierra y los ganados por parte de las personas más influyentes de la sociedad (jefes tribales), les permite acumular riqueza con base en la agricultura, la cría de animales, la minería y el artesanado. Acontecimiento que les permite el control social, conseguir aún mayores excedentes y darse una vida de lujos, con una comercialización más amplia logran mayores rendimientos; así, se conocen las grandes caravanas mercantiles de la antigüedad.
Se forman clases sociales que antagonizan: poseedores y desposeídos. Los monarcas, la nobleza, los funcionarios (escribas) y los grandes propietarios de tierra viven a expensas de los campesinos, pastores y los artesanos.
La propiedad se ejerce sobre los medios de producción y también sobre las personas (esclavos) quienes carecen de todo tipo de derecho y se les obliga a trabajar por medio de la amenaza, el látigo e incluso la muerte, a cambio sólo reciben el alimento; los más rebeldes trabajan encadenados. La labor la hacen en las grandes haciendas, las minas, las galeras y en los palacios, templos y casas de los aristócratas. Los esclavos también se compraban y vendían en los mercados públicos.
Las guerras inicialmente eran de apropiación de bienes, posteriormente, tenían como objetivo la captura de prisioneros para convertirlos en esclavos. La esclavitud comenzó como una forma externa, después se generalizó a nivel interno; la usura y la acumulación de deudas, arruinaban a las personas y las convertían en esclavos, al final, el simple hecho de la pobreza convierten al campesino, al pastor y el artesano en esclavos.
Mediante las guerras se constituyeron los grandes imperios antiguos, además de conseguir esclavos, les permitía saquear riquezas y someter a una gran cantidad de pueblos y mantenerlos como tributarios. Los estados mantenían una poderosa máquina militar conformada principalmente por campesinos. Con el tiempo aparecen una gran cantidad de desocupados que realizan trabajos ocasionales bajo la dependencia de algún pudiente.
Existían una buena cantidad de campesinos libres cuya explotación lograba mejores resultados que la de la mano de obra esclava, pero que no pudo prosperar debido a la explotación y dominación esclavista y en cuanto que eran reclutados para el ejército.
Los artesanos dependían de la nobleza, los comerciantes y los usureros, de los cuales recibían una escasa remuneración, hecho que muchas veces los convertían en desocupados y en esclavos.
Se forman clases sociales que antagonizan: poseedores y desposeídos. Los monarcas, la nobleza, los funcionarios (escribas) y los grandes propietarios de tierra viven a expensas de los campesinos, pastores y los artesanos.
La propiedad se ejerce sobre los medios de producción y también sobre las personas (esclavos) quienes carecen de todo tipo de derecho y se les obliga a trabajar por medio de la amenaza, el látigo e incluso la muerte, a cambio sólo reciben el alimento; los más rebeldes trabajan encadenados. La labor la hacen en las grandes haciendas, las minas, las galeras y en los palacios, templos y casas de los aristócratas. Los esclavos también se compraban y vendían en los mercados públicos.
Las guerras inicialmente eran de apropiación de bienes, posteriormente, tenían como objetivo la captura de prisioneros para convertirlos en esclavos. La esclavitud comenzó como una forma externa, después se generalizó a nivel interno; la usura y la acumulación de deudas, arruinaban a las personas y las convertían en esclavos, al final, el simple hecho de la pobreza convierten al campesino, al pastor y el artesano en esclavos.
Mediante las guerras se constituyeron los grandes imperios antiguos, además de conseguir esclavos, les permitía saquear riquezas y someter a una gran cantidad de pueblos y mantenerlos como tributarios. Los estados mantenían una poderosa máquina militar conformada principalmente por campesinos. Con el tiempo aparecen una gran cantidad de desocupados que realizan trabajos ocasionales bajo la dependencia de algún pudiente.
Existían una buena cantidad de campesinos libres cuya explotación lograba mejores resultados que la de la mano de obra esclava, pero que no pudo prosperar debido a la explotación y dominación esclavista y en cuanto que eran reclutados para el ejército.
Los artesanos dependían de la nobleza, los comerciantes y los usureros, de los cuales recibían una escasa remuneración, hecho que muchas veces los convertían en desocupados y en esclavos.
El modo de producción esclavista es propio de un nivel de desarrollo de las fuerzas productivas netamente preindustrial. El capital es escaso, no habiendo incentivos para la inversión aunque se amasen inmensas fortunas (se acumulan objetos de lujo, propiedades inmuebles y tradicionales, no habiendo incentivo para su mejora aunque pueda haber un espectacular desarrollo intelectual precientífico (la filosofía clásica). Tierra y trabajo son las fuerzas productivas fundamentales.En el modo de producción esclavista, la fuerza de trabajo está sometida a esclavitud, es decir: no es propiedad de los trabajadores que por tanto no tienen que ser retribuidos (los proletarios del modo de producción capitalista poseen al menos su fuerza de trabajo y han de ser retribuidos con el salario). La reproducción de la fuerza de trabajo queda así como responsabilidad del propietario del esclavo, que por su propio interés alimenta e incluso incentiva a la reproducción biológica de sus esclavos (los proletarios han de encargarse de ello por sí mismos con la retribución salarial que reciben por su trabajo). Las relaciones sociales están basadas en la propiedad y el derecho, que convierten a unas personas en libres y otras en esclavas (en el modo de producción feudal, la propiedad y el derecho, más bien derechos y privilegios en plural, son términos confusos que señores y siervos comparten). El interés en la mejora de la producción corresponde únicamente al propietario, pues el esclavo no se beneficia ni se perjudica directamente por una mejor o peor cosecha (en el modo de producción feudal ese interés corresponde al siervo y en el capitalista al empresario capitalista).GreciaLas polis griegas fueron las primeras en hacer de la esclavitud algo absoluto en su forma y dominante en su extensión, convirtiéndola un sistemático modo de producción. Eso no quiere decir que el mundo griego clásico se basara de forma exclusiva en la utilización del trabajo de esclavos: los campesinos libres, arrendatarios y artesanos urbanos siempre coexistieron con los esclavos; pero el modo de producción dominante, que rigió la articulación de cada economía local y definió la civilización griega fue el esclavista.Las estimaciones numéricas son poco fiables y varían enormemente. En la Atenas de Pericles la proporción esclavos/ciudadanos libres era quizá de 3 a 2. En otras poleis (Quíos, Egina, Corinto) probablemente más. Aristóteles daba por supuesto la necesidad de esclavos en abundancia y Jenofonte proponía como proporción ideal 3 a 1. Lo verdaderamente importante es que por primera vez los esclavos fueron utilizados de forma habitual en la artesanía, la industria y la agricultura en escala superior a la utilización doméstica, propia de una concepción menos utilitaria y más de ostentación.Al tiempo que la esclavitud se hacía general, la naturaleza de la esclavitud se hacía absoluta: ya no consistía en una forma relativa de servidumbre entre otras muchas, a lo largo de un continuo gradual, sino en una condición extrema de pérdida completa de libertad, que se yuxtaponía a una libertad nueva y sin trabas. La libertad y la esclavitud helénicas eran indivisibles: cada una de ellas era la condición estructural de la otra, en un sistema diádico que no tuvo precedente ni equivalente en las jerarquías sociales de los imperios del Oriente Próximo, que no conocieron ni la noción de ciudadanía libre ni la de propiedad.
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